La falta de suelo y de mano de obra seguirá encareciendo los costes y, en consecuencia, los precios de la vivienda seguirán tensionándose sin visos de cesar en los próximos años. Todo ello se agudiza con las dificultades de las familias para el ahorro. "La escasez de obra nueva es tremenda, a lo mejor vemos hipotecas a 70 años", vaticinan.